El don que el Espíritu de Dios confía a un fundador es fundamento y razón de ser y estar juntos de sus religiosos, en calidad de hermanos de una “familia unida en el nombre del Señor” (Const 137).
El carisma confiado a Luis Maria Monti se identifica claramente en el conjunto de los “dones de asistencia” (1Cor 12,28), es decir, aquellos dones que “consagran a las obras de caridad, a la asistencia de los pobres y de los abandonados”.
Ello expresa la tan peculiar identidad del Cristo médico de cuerpos y almas (Mt 9,12-13) y de Jesucristo que acoge a los muchachos alabando a Dios por su sencillez (Lc 9,47 y 10,21-22), y que educa a los discípulos, formándoles para la vida de apóstoles, enviados para evangelizar y curar (Mt 10, Mc 3,13-15).
Dicho carisma halla imagen y modalidades de aplicación en el icono evangélico del Buen Samaritano, que se convierte en prójimo del hombre a punto de morir en manos de los bandidos (Lc 10,29-37); en el icono de los hombres y las mujeres de la Pasión (el cirineo, las mujeres en el camino de la cruz, María y Juan, José de Arimatea, María Magdalena…) que acompañan a Jesús en sus sufrimientos y cuidan de su cuerpo martirizado (Lc 23,30-24,8 y paralelos); en el icono del padre tierno, fuerte y acogedor, expresión de la paternidad de Dios, que implica a sus hijos en el trabajo de la vid (Mt 21,28) y acoge al hijo perdido que regresa (Lc 15,11-32).
Santo Tomás incluye el carisma de las curaciones en la categoría de los “carismas de testimonio” (“realizar las obras que Dios realiza como milagros y que en lo carismático son obras de alivio del cuerpo” ST I,II,111,4) y en la de las “señales” que confirman la verdad enseñada (id. II,II,178,1,4m); mientras que el Concilio Vaticano II lo ve como uno de los “carismas de acción”, “carisma ordinario del apostolado” (LG 12 y AA 3,4), típicamente laico y de la diaconía (AA 8,11,31).
En el Padre Monti, ello se manifiesta en el cuidado de los enfermos, sin distinción ni discriminación, y en la acogida y cuidado de los huérfanos, niños y jóvenes privados de un contexto familiar.
En la experiencia de vida de Luis Monti, dicho carisma halla una sorprendente multiplicidad de expresiones:
– en calidad de trabajador en el campo de la sanidad: en el trabajo incansable a favor de los enfermos “pobrecillos de Cristo”; al “visitar a los enfermos” (Compañía de los Frailes y Orte); en la entrega total de sí mismo (el lazareto de Brescia); en el humilde trabajo como empleado para acudir a los enfermos con sus necesidades más inmediatas (Santo Spirito); en el trabajo de “management” sanitario, en el trabajo profesionalmente cualificado y en el servicio de sanidad a domicilio (Orte); en la puesta en marcha de servicios que respondiesen adecuadamente a las necesidades del territorio (Saronno); en la celeridad de respuesta en situaciones de emergencia (cólera, aluvión del río Tíber, desastres ferroviarios…);
– en calidad de educador: al idear un “proyecto de vida” adecuado a los jóvenes obreros de su época (Compañía de los Frailes); en el valorizar a nivel pedagógico y existencial de carencias y limitaciones, que se convierten en motivaciones promotoras de un “sueño” (la cárcel de Desio); en el acoger valor y visión de futuro las señales de Dios (encuentro con el cartujo en Santo Spirito); en la alfabetización de los niños más pobres (zona rural a las afueras de Roma); en la presencia y seguimiento en situación de privación social (Orte); en la puesta en marcha de proyectos sociales de acogida y asistencia (Saronno, Cantù); en la catequesis y en la formación profesional (Saronno, los novicios); en la definición de principios pedagógicos adecuados e innovadores (Constituciones); en la ideación de un estilo educativo basado en el “ser familia” que acoge al huérfano como “hijo enviado por la Providencia”…
Elementos específicos, característicos y fundadores del carisma montiano y de sus expresiones apostólicas son los siguientes:
- el espíritu de familia
- la relación de paternidad/maternidad y condición de hijo
- el carácter mariano
- el carácter laico
- el trabajo
- la acogida
- la hospitalidad y el cuidado
- la humildad y la sencillez como estilo de vida.